martes, 7 de septiembre de 2010

Criar hijos sanos y no violentos...



«Para criar hijos sanos y no violentos hay que ir en contra de los valores de esta sociedad»

El sufrimiento y los trastornos conductuales de los niños pueden estar relacionados con el maltrato psicológico o afectivo, afirma Jorge Barudi.


Jorge Barudi lleva más de 30 años en la prevención y tratamiento de menores que sufren las consecuencias de la violencia. Psiquiatra y psicoterapeuta familiar, asesora a los técnicos de la Diputación en materia de infancia, a quienes ha ofrecido recientemente un curso.«Los niños son responsabilidad de toda la sociedad», dice.

- Afirma usted que ejercer de padres es hoy un desafío. ¿Por qué?

- La cultura dominante está basada en valores contradictorios con la función parental. Nos empuja a creer que para valer hay que competir, triunfar y lograr bienes materiales. Estos falsos valores individualistas alteran una capacidad maravillosa de los seres humanos, el altruismo social. Consiste en cuidar a los demás e implica un sacrificio, en el buen sentido de la palabra. Los niños necesitan tiempo, dedicación y presencia, además de cuidados físicos y afectividad.

- La dedicación es necesaria para educar bien.


- Para que los niños y las niñas sean personas solidarias y sanas, paraque se respeten a sí mismos y a los demás y sean no violentos, las familias tienen que trabajar casi en contra de los valores de esta sociedad. Participamos de un modelo neoliberal y globalizante, en el que todo es mercado.

- ¿Qué ocurre cuando los niños no reciben tiempo, dedicación y presencia?

- Las causas del fallo en la parentalidad o marentalidad pueden deberse a historias personales muy duras, que incapacitaron a determinados adultos como padres o madres. Hoy sabemos que el no ocuparse de un hijo puede llegar hasta el daño cerebral, debido a la falta de estimulación o al intenso estrés. Y es un daño equivalente al que puede sufrir un niño en el parto por falta de oxígeno. Ocurre en los casos de maltrato y en niños que viven en ambientes de violencia machista o enfermedad mental de los padres.

- En vez de educación, reciben daño.


- Cuando a los niños les falta cercanía o afecto, se ven atrapados por los modelos que les transmite la televisión. Y terminan pensando que tienen los mismos derechos que los adultos. No aprenden a manejar la frustración ni a respetar a los mayores. Tampoco conocen el sentimiento de sentirse protegidos o ayudados.

- Los niños son etiquetados como difíciles.

- Y eso se agrava en el caso de los jóvenes, que piensan que para poder ser hay que ejercer el dominio. Aparece así la falta de respeto a los profesores, el acoso entre iguales o las agresiones filmadas en el móvil, que están causando tanta alarma social.

- Y la culpa no es originariamente de esos jóvenes...


- Los valores del sistema social tienen que ver con el individualismo, la competitividad, el dominio de unos sobre otros y la exaltación de la violencia como modelo de resolución de conflictos. No hemos sido capaces de construir una cultura diferente. Echar la culpa a los niños es una cobardía del mundo adulto.

- Estudiar a los niños víctima de malos tratos le ha convertido en un experto en educación.

- Los malos tratos son la expresión dramática de la falta de capacidad de
los padres para ejercer su función. Pero hay un maltrato de la cultura
hacia los niños, que siempre resultan desfavorecidos a la hora del
reparto de recursos.

- ¿Crece el maltrato?


- Sobre todo el abandono afectivo, que es menos visible que el físico. Y es el que puede provocar más daño y más trastornos conductuales.

- El maltrato físico, ¿va a menos?


- El maltrato físico está mucho más asociado a un modelo cultural
autoritario, que en las clases más favorecidas se ha ido cuestionando.
Pero queda el chantaje afectivo, la corrupción, la amenaza de abandono,
es decir, un maltrato psicológico. Con la pobreza el estrés crece y
tienes menos posibilidades de controlarte y responder a los desafíos
que te plantea la crianza.

- ¿Permanece la idea de que los niños nos pertenecen?


- El ser humano no es un animal violento. Si el contexto lo permite, es
altruista, amoroso, y con una predisposición biológica a cuidar de sus
crías y emocionarse positivamente. El cerebro nos permite construir
creencias opuestas a estos recursos naturales. El sentimiento de
propiedad y el concepto de patria potestad es un valor muy presente en
la cultura. Pero ha nacido otro concepto, el del interés superior del
niño. Ambos valores entran en conflicto. Y en él nos movemos quienes
trabajamos con la infancia desprotegida.

- ¿Qué hacer para evitar el maltrato infantil?


- Hay que crear una conciencia social en la que sintamos que los niños
son responsabilidad de todos y todas. Los niños sólo cuentan con el
amor de los adultos decentes para poder salir de esta situación.
Manejamos la idea de que se necesita el esfuerzo de toda una tribu para
que el niño sea feliz, sano y bondadoso.

- El niño tiene capacidad de superación.

- Sí. Está el concepto de la resiliencia, la capacidad de superar
circunstancias atroces gracias a la solidaridad y la afectividad de
otras personas. Es una producción social. Aparece en niños que han
encontrado a personas que les han ayudado a tomar conciencia de la
injusticia de su situación y a luchar por hacer algo diferente.


Fuente: http://www.diariovasco.com/pg060703/prensa/noticias/AlDia/200607/03...

lunes, 6 de septiembre de 2010

Presentaciones y charlas, cosas por aprender



Ordeno los documentos en verano y descubro que nunca en la vida he dado tantas charlas, conferencias, exposiciones, etc. como en el curso pasado. Qué barbaridad!

Sin duda, he aprendido mucho más de lo que he enseñado y he confirmado lo sabido por todos: es muy difícil hablar en público, pero es un reto apasionante. Creo que todo el mundo debería pasar por ello.

Personalmente me cuesta muchísimo dar una charla, así que dedico muchas horas a prepararlas. Necesito tenerlo todo muy controlado para que resulte algo comprensible y ameno. Para ir mejorando, he buscado información sobre el tema de las presentaciones. Pero a menudo me parece demasiado centrada en el tema del diseño y poco orientada al momento de la exposición, que, en definitiva, es la tarea principal y la parte que más dificultades supone para mí.

Como me queda mucho por aprender, he hecho mi lista de recordatorio, para reconsiderarla antes de volverme a poner a dar alguna charla. Quizás te pueda servir, si te encuentras en compromisos similares.
1. Quizás ellos no lo saben, pero los asistentes han venido a aprender. Tú lo sabes, así que obra en consecuencia y nada de espectáculo: rigor con notas de humor suele funcionar.

2. Elabora primero las ideas: contenido, contenido y contenido. La emoción la tienes que poner tú, no la delegues en las transiciones de la presentación.

3. ¿Ya has preparado la presentación? Borra la mitad de las diapositivas. Una vez borradas, divide en fragmentos el texto de las diapositivas restantes. Muestra poco a poco pocas ideas esenciales en breves bloques temáticos.

4. El objetivo de las imágenes es ilustrar, no deslumbrar. Pocas, buenas y grandes. Nada de delfines, puestas de sol o parejas de enamorados. Lo mismo con las tipografías: pocas, buenas y grandes. Nada de comic sans, caligrafía infantil o florituras.

5. Llega siempre mucho antes del sarao para prepararlo todo y lleva la presentación en tres formatos: el tuyo, en pdf y en flash. Si el pdf desmejora la calidad de tu charla, mal: has olvidado el punto 2.

6. Pon en las dispositivas el contenido que los asistentes han de recordar, NO el recordatorio que tú necesitas para hacer la exposición. Apréndete de memoria la presentación. Si no puedes, vuelve al punto 3 o dedícate al Twitter, que es más breve.

7. No mires las diapositivas, por el amor de Dios, mira a la audiencia! Si no puedes mirarles a los ojos, mejor haz un buen artículo que una mala conferencia. Los nervios no desaparecerán, así que aprende a controlarlos.

8. Saben leer. No leas la diapositiva en voz alta: deja tiempo para que ellos la lean. Calla. Sí, calla. Si tardan demasiado en leerla es que omitiste el punto 3. El silencio ayuda a pensar, como en una clase.

9. No abuses de tu posición dominante. Los asistentes han venido para escuchar tu exposición, no tus opiniones sobre otros temas. Nada de digresiones improvisadas. Contra las tentaciones, recuerda el punto 1.

10. Sé honesto con los sentimientos del público. No hagas trampas emocionales: nada de enjabonar a la audiencia, nada de jugar a la falsa modestia, nada de hablar de tus hijos... Tienes que ganarte al público con tu capacidad comunicativa y la calidad de tu mensaje. Sé interesante, c'est tout.

11. Haz pocas presentaciones y buenas, no cuelgues diferentes versiones de la misma presentación. Comparte una versión general, austera y más breve en la red. Y deja siempre una copia a los anfitriones. Procura que sea autoexplicativa, ya que no todo el mundo habrá sufrido tus parrafadas.

12. No te pases nunca, nunca del tiempo estipulado, ni diciendo "ya termino" o, peor, "iré más rápido, que no me queda tiempo". Simplemente, acaba y di "Muchas gracias". Respira hondo. Has terminado. Uff...

http://lamiradapedagogica.blogspot.com/2010/08/presentaciones-y-charlas-cosas-por.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+Lamiradapedagogica+%28La+mirada+pedag%C3%B3gica%29