domingo, 30 de diciembre de 2007

viernes, 21 de diciembre de 2007

FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO


El Arte de Aprender

http://tokland.com/elearning/

JAVIER MARTÍNEZ ALDANONDO

El hombre nace ignorante, no estúpido. La educación lo hace estúpido. (Bertrand Russell)

Siempre que tengo que impartir una conferencia, suelo hacer un ejercicio para provocar a la audiencia (especialmente cuando son profesores): incluyo una diapositiva con varias Integrales y pregunto a los asistentes quienes son capaces de resolver alguna de ellas. Los rostros suelen palidecer reconociendo la incapacidad de abordar una tarea que se supone en algún momento del pasado fuimos capaces de ejecutar y que hoy exigimos a nuestros niños con insistencia y de manera innegociable. Después de varios años de repetir este desafío, todavía nadie ha levantado la mano. Lo que les suelo aclarar, entre risas, es que no hay de qué preocuparse, no importa que no se acuerden porque la verdad es que nunca lo han necesitado a lo largo de su vida. Lo grave es haber dedicado tanto esfuerzo y tantos malos ratos a algo que luego jamás sacamos provecho. En realidad, el concepto de Educación es simple: es algo que te ocurre y NO lo olvidas, si se te olvida, NO fuiste educado. Si hoy no sabes cómo hacer integrales, o no eres capaz de aprobar cualquier examen que hiciste en la universidad, simplemente no aprendiste.

Aprender es un asunto muy serio. En realidad, no hay nada más importante que aprender. Hay cosas que son igual de importantes pero no más y que son las que nadie puede hacer por ti ni te pueden obligar: si no comes, no bebes o no duermes te mueres pero si no aprendes, también te mueres.

Todos los días gestionamos el conocimiento para las actividades que realizamos pero en definitiva todo lo hemos tenido que aprender: desde agarrar un vaso, comer un yogur, caminar, hablar, atarnos los zapatos, llegar a la oficina, diseñar cursos o escribir artículos. Lo que hoy somos cada uno de nosotros, nuestras competencias, nuestras cualidades son fruto de lo que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida, ni más ni menos. Cada uno puede reflexionar sobre cuanto de eso ocurrió en un aula o asistiendo a un curso…

La realidad es que para aprender no hacen falta cursos, al igual que para hacer un curso no necesito contenidos. Para diseñar un curso de ventas, lo que necesito es un buen vendedor, un buen experto, los contenidos están por todas partes.

Mi hijo Iñigo aprendió a hablar sin un profesor que le impartiese lecciones y yo aprendí a ser padre o ser Gerente de Gestión del Conocimiento también sin realizar ningún curso. Mi hijo Pablo, de 1 año y medio, no sabe partir la carne con cuchillo y tenedor mientras yo si sé hacerlo. La única diferencia es que yo lo aprendí hace ya muchos años y desde entonces lo he practicado y repetido miles de veces. Yo tengo conocimiento, Pablo lo tendrá dentro de muy poco, sólo necesita aprender. Cuando nacemos, todos desarrollamos la habilidad de aprender pero posteriormente, la educación formal empieza de a poco, pero sistemáticamente, a aniquilar esa habilidad.

Sin ninguna duda, aprender es la habilidad más importante para vivir y sobrevivir en la sociedad del conocimiento. Respiramos conocimiento y por esa razón, aprender se va a convertir en el gran negocio del futuro (si no lo es ya a estas alturas). Nuestra vida profesional y personal y, en definitiva, nuestro porvenir depende de cuanto seamos capaces de aprender y cómo lo hagamos. Aprender es un seguro de vida.

Dado este escenario, hay 2 aspectos que se vuelven realmente esenciales para nuestro futuro:

1. Qué intentamos que aprendan las personas (nuestros niños o nuestros empleados2. La forma en que aprendemos y la manera en que tratamos de enseñar a los demás se convierten en elementos estratégicos fundamentales y decisivos, son lo que diferencia a la gente inteligente de la que no lo es. La metodología que empleemos, el enfoque que apliquemos, los valores en que creamos tienen consecuencias importantísimas e insospechadas.

Si analizamos cómo estamos abordando ese proceso tan decisivo como es el de Aprender, llegaremos a una conclusión aterradora: Creemos que para aprender hay que hacer cursos. Y sabemos que el ritual de un curso consiste en decidir qué datos y conceptos queremos transmitir, reunir a un grupo de gente y colocarle delante a alguien que supuestamente sabe más que ellos -profesor- a transmitirles esa información de manera más o menos feliz y preguntarles al final si tienen dudas. Los alumnos toman apuntes y luego hacen un examen donde tratamos de verificar si recuerdan lo que escucharon y finalmente les damos un título (que es el objetivo por el que los alumnos están haciendo el curso en primer lugar). Este proceso ha permanecido inalterado durante SIGLOS, desde antes incluso de los Egipcios. Es como si hoy en día, todavía comiésemos, bebiésemos o durmiésemos igual que en el paleolítico. Como le escuché en cierta ocasión a un amigo “Si dejásemos en manos de las escuelas enseñarnos a caminar, todavía estaríamos gateando”.
Desde luego, esta forma de aprender no tiene nada que ver con la forma en que aprendemos las personas naturalmente y que desde que somos bebés nos ayuda a sobrevivir y entender el mundo. Resulta difícil explicar que no hayamos desterrado un modelo ineficiente y arcaico que impone la lógica del “Yo sé, Tú no sabes, Yo te cuento” institucionalizado por el colegio y la universidad pero sorprendentemente adoptado por empresas e instituciones, sabiendo además que la mayor parte de las habilidades y competencias que necesitamos para operar en el mundo no las adquirimos entre las paredes de un edificio. Se pueden aprender algunas cosas haciendo cursos, asistiendo a seminarios y leyendo libros pero lo que verdaderamente cuenta para desenvolverse en el trabajo, lo importante para la vida no se puede aprender en un aula, hay que experimentarlo, se aprende haciéndolo. Parecemos olvidar que el aprendizaje busca que las personas sepan hacer algo, no sólo saber acerca de algo. Dos de mis mejores amigos en la universidad fueron alumnos mediocres (ya venían avisando de ello desde el colegio). Hoy uno de ellos es el responsable para Sudamérica de una multinacional española y el otro es un importante cargo público en el País Vasco.

El gran objetivo de la educación debiese ser enseñar a PENSAR por uno mismo y no a acumular información que se olvida con el tiempo y que cuando se recuerda, no se sabe bien cómo aplicar. No merece la pena tratar de competir en ese ámbito con los computadores. El principal problema de nuestro tiempo es que las personas no están acostumbradas a pensar, la educación formal las vuelve perezosas y les cuesta mucho reflexionar, entre otras cosas porque no saben hacerlo. La reflexión profunda lleva al aprendizaje profundo mientras que memorizar es la póliza de seguros contra el pensamiento.

Cada 2 meses suelo someter a un grupo de unas 300 personas a un experimento muy sencillo: Les formulo por mail alguna pregunta relacionada con los ámbitos de la gestión del conocimiento y el aprendizaje y les pido que me den su opinión. Posteriormente tabulo y analizo las respuestas y las devuelvo a todo el grupo que incluye desde estudiantes, jubilados e incluso amas de casa hasta Presidentes y Gerentes Generales, Gerentes de RRHH, Comerciales y de Operaciones, vendedores, consultores, jefes de proyecto, académicos y profesores pertenecientes a organizaciones del ámbito de la Banca, Telecomunicaciones, Utilities, Retail, Salud, Instituciones Públicas, Fuerzas Armadas, etc. de países como Argentina, Chile, España y USA.

La primera pregunta que les formulé, hace ya varios meses, fue la siguiente:

¿Cuáles son, según tu criterio, los 5 elementos imprescindibles para vivir y trabajar en la sociedad del conocimiento? Es decir, aquellos elementos fundamentales para que una persona se desempeñe adecuadamente, no solo en el ámbito laboral sino también en el personal.

Cerca de 100 personas me hicieron llegar sus opiniones. Una vez procesadas, estas fueron los elementos que escogieron como los más importantes:

TOP 15
1. Inteligencia Emocional 49,32.
Adaptación al cambio/flexibilidad 38,73.
Trabajo en equipo y colaboración 38,74.
Manejo de tecnología 34,75.
Networking/creación de redes 29,36.
Aprendizaje continuo (aprender a aprender, autoaprendizaje) 25,37.
Idiomas 25,38.
Capacidad de analizar información 22,79.
Motivación/Iniciativa/Proactividad 21,310.
Emprendimiento/Curiosidad/Riesgo 20,011.
Capacidad de comunicación 18,712.
Respeto/Tolerancia/Comprensión de la diversidad 17,313.
Formar familia/Desarrollo de los afectos 13,314.
Constancia/Perseverancia 10,715.
Creatividad 9,3

Lo primero que me llamó poderosamente la atención fue que casi el 50% escogió la Inteligencia Emocional como el elemento primordial. Y lo segundo que queda en evidencia (y esto no me llamó la atención en absoluto) es que por ninguna parte aparecieron las asignaturas tradicionales que forman el currículum educativo: Matemáticas, Física, Historia, Lengua, etc. En general, tratamos de que las personas aprendan cosas que no necesitan y sin embargo dejamos de lado aquello que realmente es imprescindible.

Mi objetivo con este ejercicio era muy simple: Me proponía identificar aquellos elementos que, quienes vivimos y trabajamos en la sociedad del conocimiento, consideramos como fundamentales y comprobar al mismo tiempo si el sistema educativo (desde la escuela hasta la universidad) está alineado con esos mismos elementos. Buscaba comprobar cuanto se parece el currículum educativo que se imparte en las aulas a lo que luego les espera a nuestros jóvenes cuando salgan al “mundo real”. Al fin y al cabo, se supone que el objetivo del sistema educativo es prepararles para la vida.Por ejemplo, si mayoritariamente consensuamos que el Trabajo en equipo, la Inteligencia Emocional o la Flexibilidad son competencias esenciales, quería comprobar lo siguiente:

1. Para el sistema educativo, ¿Estas competencias son una prioridad en sus curriculums?2. ¿Existe la asignatura de Inteligencia emocional? ¿Debería existir? Y en ese caso, ¿Qué asignaturas deberíamos eliminar para dejarle sitio?3. ¿Se puede enseñar la Inteligencia emocional? Y si el sistema educativo no la provee, ¿Cómo lo aprendemos entonces?

Días antes de la entrega de los premios Oscar, fui a ver la posteriormente galardonada película El Laberinto del Fauno con mi mujer y con mis padres que estaban de visita en Chile. Según salíamos por la puerta del cine, la primera frase que pronunció mi madre fue: “Esta es una película acerca de la obediencia. Por un lado está la historia del militar que obedece y hace obedecer las órdenes a sangre y fuego y por otro la historia de la niña que se deja guiar por su intuición y su criterio y desobedece lo que le mandan”.

Me pareció sorprendente que aun cuando ni mi mujer ni yo habíamos siquiera empezado a digerir la película, mi madre ya había efectuado un análisis tan veloz y certero. Apuesto que pocas personas habrán sido capaces de realizar ese ejercicio con tal celeridad y precisión.

Obviamente, generación tras generación, el mundo progresa de forma continua y parece que cada generación supera a la anterior. En teoría, aunque vivimos en un contexto más complejo (tan acelerados que hemos perdido el ritmo y la conexión con la madre naturaleza), nosotros hemos tenido acceso a una educación mucho más extensa y de mejor calidad: Mejores colegios, mejores medios, acceso a educación superior (mi mujer tiene 2 carreras universitarias y 2 masters a sus espaldas y yo 1 carrera y 2 masters mientras que mi madre jamás fue a la universidad). Hemos realizado cursos de perfeccionamiento, formación continua ofrecida por nuestras empresas… Incluso tuvimos mejor alimentación. Pero claramente nada de eso puede explicar la brillantez con la que razonó mi madre. Cuando entrevisto a una persona para contratarla, nunca le pregunto qué nota sacó en una asignatura determinada ni como promedio de la carrera, lo que me interesa es que me cuente con que empresas y clientes ha trabajado, en que proyectos ha participado y que me muestre ejemplos de sus trabajos.

La tradición siempre ha considerado cultas y bien educadas a las personas con alto coeficiente intelectual, las que obtenían un brillante expediente académico y buenas notas, las que son capaces de mostrar un currículum rebosante de títulos y en definitiva la gente “ilustrada” que es la que ha leído mucho, la que acumula muchos datos.

Yo considero inteligente a una persona cuando es capaz de tomar buenas decisiones (del latín inter elegire, elegir entre), ser feliz con lo que es y lo que tiene, e incluso de hacer predicciones a partir de lo que ya sabe como menciona Jeff Hawkins en su libro On Intelligence. Pero la característica más importante es la capacidad de aprender rápidamente y hacer buenas preguntas, es decir, la pasión por aprender de manera permanente. Siempre se habla de aprender a aprender pero ¿Cómo se enseña a aprender? ¿Cómo se aprende a ser inteligente?

Aprender desde luego es un arte y no una ciencia. Se puede aprender pero no se puede enseñar. Tratar de medir el aprendizaje es como intentar medir el amor: sabemos que ocurre pero no sabemos bien cómo. Muchas de las personas que reciben este newsletter son expertas en e-learning porque en algún momento lo aprendieron (no precisamente en la universidad) y hoy es su profesión, viven de ello. ¿Cómo comparo lo que yo sé con lo que saben ellos? ¿Y cómo se mide cuanto sé yo de e-learning? ¿Con un examen? Una nota no dice más de una persona que su número de pasaporte. ¿Importa realmente cuanto sé de e-learning? ¿O lo que importa es lo que hago con lo que sé: proyectos, clases, papers, investigación, innovación, etc.?. El conocimiento lo determinan los resultados…

Aprender es una cuestión de pasión, de amor propio, de autoestima. Pero aprender cuesta trabajo y esfuerzo. Aprender es una responsabilidad de la persona, es tu vida la que está en juego, tú empleabilidad, desarrollo, felicidad. Sin embargo, cuando miramos a nuestro alrededor ¿A cuánta gente le gusta de verdad lo que hace? ¿Cuánta gente está feliz con su profesión, con su vida? Si no te gusta tu trabajo, ¿Por qué vas a querer aprender? No es una cuestión de que no exista pasión, lo que ocurre es que ponemos pasión en aquello que nos interesa, en aquello que sentimos como nuestro. Iñigo tiene pasión por los camiones, las construcciones y los obreros, sería estúpido que para enseñarle a contar o a leer, yo lo ignorase e hiciese caso omiso de ese interés y le sentase en una silla a enseñarle frente un libro o una pizarra. Se trata de aprender por convicción en lugar de por obligación ¿Cómo vas a aprender si no sabes cómo hacerlo, si nunca te enseñaron y más encima no te gusta lo que haces? ¿Los niños tienen ilusión por el colegio, por las asignaturas que deben estudiar? Cuesta mucho aprenderlas pero muy poco olvidarlas. Yo reconozco que soy un privilegiado, me gusta demasiado lo que hago, tengo un enorme hambre por aprender y pongo gran parte de mi energía en ello.

¿A quien le importa el aprendizaje? Al colegio, a los profesores y a los padres les importan las notas, las asignaturas. Al niño se le pregunta cómo le fue no cuanto aprendió. A la empresa le importan los resultados. Parece que nadie se da cuenta de que los resultados de las empresas y el éxito de las organizaciones dependen de lo que hacen las personas que trabajan en ellas. Depende de su conocimiento (entendido como capacidad de hacer cosas) y su capacidad de aprender, de lo que hacen hoy y serán capaces de hacer mañana. Si tienes un equipo de fútbol y pretendes que tus jugadores ganen partidos (y para ello es imprescindible que metan goles) primero tienes que preocuparte de entrenarlos bien.

Mi amigo Paolo me contaba la historia del barquero y el catedrático. Estando de vacaciones en la costa, un catedrático alquiló una barca para dar un paseo por el mar. Mientras navegaban placidamente, el profesor le preguntó al barquero si conocía la Literatura y a los grandes escritores y poetas. Cuando este le respondió negativamente, el catedrático le dijo “Te has perdido el 25% de tu vida”. Al cabo de unos minutos, de nuevo el profesor volvió a la carga y esta vez le preguntó si sabía de Filosofía, los grandes filósofos y sus ideas. Cuando de nuevo la respuesta fue un No, el académico volvió a comentar “Te has perdido otro 25% de tu vida”. Cuando el profesor insistió una vez más, su pregunta hizo referencia a la Historia y los historiadores. De nuevo el barquero negó y el profesor le repitió que se había perdido otro 25% de su vida. En ese instante se desató un fuerte temporal con vientos huracanados y olas descomunales. Esta vez fue el barquero el que lanzó la pregunta “¿Profesor, sabe usted nadar?” a lo que el profesor respondió con una negación. El barquero sentenció “Yo sí y más le hubiese valido aprender cosas útiles porque me temo que va a perder usted el 100% de su vida”. No solo es importante cómo aprendemos, qué aprendemos también es vital.

Si aprender es decisivo, si el aprendizaje va a ocurrir a lo largo de la vida, si de verdad nos importa el futuro de nuestros hijos, más vale que le prestemos especial atención a ese proceso porque tenemos graves deficiencias que corregir. Cómo aprendemos es determinante y, por si fuera poco, va a ser imposible aprender sin el apoyo de la tecnología. Hasta ahora la formación virtual ha tratado de parecerse lo máximo posible a la formación presencial pero, a corto plazo, la tecnología está destinada recuperar la forma en la que siempre hemos aprendido las personas: haciendo. Y todo ello por una simple razón: nos permite hacer cosas que el aula presencial no es capaz de ofrecer.
Dad al alumno algo que HACER y no algo que aprender, ya que el hacer tiene tal potencia que exige pensar y reflexionar (John Dewey, Thinking in Education 1916).

Invierno


martes, 18 de diciembre de 2007

Aprender con el método periodístico

LA VANGUARDIA

El Cuarto Bit
Notas sobre Comunicación y Nuevas Tecnologías
http://www.lavanguardia.es/elcuartobit/


Eva Domínguez
Periodista y consultora en nuevos medios


Aprender con el método periodístico
17/12/2007 - 17.40 horas

¿Es el proceso periodístico una buena metodología para la educación? Preguntarse los cómos y los porqués de un hecho, analizarlos, documentarse, investigar, conocer las distintas versiones y estructurar una narración sencilla, inteligible y atractiva es no sólo un buen ejercicio informativo sino también epistemológico. Por ello, la creación de periódicos es desde hace mucho tiempo una actividad practicada en muchas escuelas que con Internet no ha hecho más que aumentar.
La cualidad, absolutamente necesaria aunque no suficiente, que ha de tener un periodista para hacer bien su trabajo es la curiosidad, una semilla que los profesores se esfuerzan en cultivar en sus alumnos. Porque sin curiosidad no hay aprendizaje. El periodismo es un método para tratar de entender la realidad más inmediata y urgente. Un oficio para curiosos. Poner a los estudiantes en el rol de periodistas los estimula a hacerse preguntas, a analizar, a ser críticos y mejorar sus dotes comunicativas para saber divulgar los resultados.
Una práctica de larga tradición
La elaboración de un diario se ha practicado con más o menos medios en los centros escolares desde hace décadas. Célestin Freinet, pedagogo francés, introduce a mediados del siglo pasado la confección de un diario en sus clases, como un sistema para aplicar su filosofía del aprendizaje, basada en el trabajo en colaboración, en el ensayo-error y en el interés natural de los alumnos.
A la iniciativa del profesorado se ha sumado desde hace unos años la de algunas empresas periodísticas que a través de talleres o concursos (como el El País de los Estudiantes) ponen a disposición de los centros escolares las herramientas editoriales para la confección de un diario.
Pese a la gran cantidad de publicaciones impresas escolares que hay en todo el mundo, el número es reducido comparado con el de proyectos similares exclusivamente online que han aparecido en un tiempo relativamente corto. La sencillez de los blogs como formato de publicación está imponiéndose ante la creación de una publicación impresa, algo más complejo que abrir un blog. Se requiere un programa que permita compaginar una publicación y, si no se tiene, hay que dedicar mucho tiempo para hacer lo mismo con los programas de tratamiento de imágenes y procesadores de textos.
El 'boom' de los blogs
Un paseo por alguna de las muchas webs sobre blogs y educación, como el agregador Planeta educativo o los premios Espiral, dan idea de la intensa actividad escolar que tiene lugar en Internet. Hay de todo tipo y condición. Muchos son de profesores, a título individual o grupal, otros representan al centro, otros funcionan como herramienta para el aula y también como práctica del alumno. La facilidad de publicación de los blogs está teniendo un gran impacto en la docencia.
Hay profesores que han incorporado los blogs en sus asignaturas, y muchos alumnos se enfrentan a la tarea de publicar con regularidad en ellos. La publicación en Internet hace visible el trabajo de unos y otros para todo el mundo, con la responsabilidad que conlleva. Como ejemplo, en el instituto público Torre del Palau de Terrassa cuentan con unos 400 blogs de estudiantes. Se crean para la asignatura Medios de Comunicación Digitales, por la que cada curso pasan unos 50 alumnos, en su mayoría de segundo de ESO. Algunos los olvidan tras acabar los créditos, pero otros los siguen manteniendo con aportaciones más personales.
El periodismo digital como asignatura
En Torre del Palau llevan unos cursos ofreciendo esta materia optativa, que convierten a los estudiantes en periodistas digitales. Analizan las noticias que publican los medios de comunicación, reflexionan, se documentan, sintetizan ideas y después redactan y componen sus propias piezas periodísticas. Evaristo González, profesor de Lengua Castellana y licenciado en Ciencias de la Información, fue el impulsor de la idea, convencido de que "educar y comunicar son dos aspectos muy afines".
El centro ha creado herramientas de edición online propias para gestionar sus recursos web, su intranet y la revista Què Passa!, publicación sobre toda la actividad relacionada con el centro. En ella también aparecen los trabajos de los alumnos supervisados por el profesorado. La publicación y creación de contenidos en Internet se puede integrar en todas las asignaturas. No obstante, es en Medios de Comunicación Digitales donde los estudiantes trabajan de cerca con la actualidad y el tratamiento informativo de los distintos medios.
Llevar la actualidad al aula
Conocer y practicar el proceso periodístico es muy útil desde el punto de vista educativo, según González. "El alumnado se ha de enfrentar cada día con la sorpresa de la actualidad, con una asignatura que cambia muchos de sus contenidos de manera continuada", lo que les "provoca inquietudes, apertura a las nuevas ideas, ganas de entender la realidad y apreciar más la heterogeneidad de la población mundial". Al aplicar los métodos de los profesionales de la información, los estudiantes "se familiarizan con las rutinas periodísticas y con el trasfondo de la producción de noticias, con el fin de desmitificar los medios pero también de apreciarlos por su papel en la sociedad". Para González, la asignatura es una herramienta para mejorar su lenguaje y capacidad de expresión, "con conceptos de claridad, rapidez y precisión", puesto que "el periodismo obliga a saber expresarse mejor para que los demás entiendan sus mensajes".
Más críticos y más responsables
Los estudiantes también desarrollan su capacidad de lectura, de selección de la información, de identificación de enfoques y puntos de vista, de búsqueda de fuentes acreditadas y de estructuración del discurso, entre otras. Todo ello prepara a los alumnos para valorar y tener una visión crítica de la comunicación en un momento de sobreabundancia de mensajes.
"El análisis del tratamiento de la actualidad de los medios sirve para plantearle al alumnado conceptos como la objetividad y la subjetividad, la creación de la opinión pública, la responsabilidad de cada uno en Internet y la importancia de la brecha digital desde el punto de vista comunicativo", asegura González.
Ahora que cualquier ciudadano puede publicar en Internet, parece más importante que nunca educar sobre la responsabilidad que ello conlleva: "La libertad para publicar ha de implicar responsabilidad propia del autor, el respeto a la intimidad de las personas y a los derechos humanos en general, y esto a veces no se da en los medios en general y en los digitales en particular", añade el profesor.
La experiencia acumulada por Evaristo González apunta a que el proceso periodístico es una interesante metodología para la educación, especialmente si tenemos en cuenta que la comunicación digital es cada vez más omnipresente en todos los ámbitos. Saber cómo se construyen los mensajes, cómo se visten de imparciales contenidos que no lo son, dónde están los límites a la libertad de expresión y cómo respetarlos parece más necesario que nunca en una sociedad ebria de información, no sólo para los adultos del futuro sino para los del presente.

domingo, 9 de diciembre de 2007

viernes, 30 de noviembre de 2007

Liderazgo y trabajo en equipo

En la 7ª jornada de la calidad en la educación, celebrada en la UAB, una de las ponencias trataba del liderazgo en los centros educativos; el ponente, Josep Salvatella, lo ilustraba mediante dos sugerentes vídeos de la película: El club de los poetas muertos.

Carpe Diem

http://www.youtube.com/watch?v=FogGlJZ3zO0

Oh, Capitán, mi Capitán...

http://www.youtube.com/watch?v=HVS4PiVicqw&feature=related

Las imágenes valen más que las palabras, pero en educación lo que cuenta es el trabajo en equipo, aunar esfuerzos en una misma dirección, con confianza y tenacidad incansable. No se trata de luchar solo frente al sistema, de ir contra corriente; se trata de motivar, de convencer, de atreverse, de emocionarse, de poner en práctica, de experimentar, de avanzar... pero siempre en equipo, de forma organizada, marcándose objetivos ajustados a la realidad y mirando de acercarnos al lejano horizonte de la excelencia. El entusiamo casi lo es todo.

jueves, 29 de noviembre de 2007

jueves, 15 de noviembre de 2007

La wikiAdministración

Por Jordi Graells i Costa

El nuevo escenario económico y social deja atrás un sistema productivo basado exclusivamente en la producción industrial y se abre hacia el conocimiento colectivo. Las organizaciones deben adoptar estrategias de colaboración que se fundamenten en otros principios de competitividad como la interacción y la provisión de servicios entre iguales. La cultura de los valores del control y del mando pasará a un segundo término y dejará de ser un lastre a la hora de generar valor.

Para leer el artículo completo...

http://www.infonomia.com/if/articulo.php?id=180&if=57

domingo, 11 de noviembre de 2007

Flujos de la madre tierra


Generar confianza.

La confianza nos permite movernos con mayor libertad y seguridad al sentirnos protegidos y libres de temor. Nos da fuerza para abrir nuevos horizontes, nos invita a actuar, genera nuevas oportunidades de cambio e ilumina el camino de un prometedor futuro.

Para ganarnos la confianza de nuestros alumnos hemos de ser sinceros, responsables y competentes.

Sinceridad: Lo prometido es deuda. Hay que hacer lo que se dice que vamos a hacer.
Responsabilidad. A lo hecho pecho. Nos hacemos cargo de las consecuencias de nuestros actos.
Competencia: Sabemos hacer lo que decimos que vamos a hacer.

Trabajar en un clima de confianza favorece la autonomía responsable, cohesiona al grupo y aumenta la motivación.

Basado en “La Confianza”, Claudio Drapkin
http://www.gruposolo.com/articles/La%20Confianza%20(CD).doc.pdf

Superando obstaculos.


sábado, 10 de noviembre de 2007

¿Quién quiere ser profesor? II Parte

Se ha producido una evidente pérdida de prestigio y de respeto hacia los profesores. Hemos pasado demasiado abruptamente de una sociedad con demasiada autoridad, a la pérdida casi absoluta de la misma.

Escrito por Javier Martinez

Un hombre joven muere y va al cielo donde encuentra una cola con 2 personas esperando para entrar. San Pedro les dice a los 3 que debido a que se han detectado tantos traficantes de drogas y otros criminales en el cielo, han decidido endurecer el proceso de admisión. Cada uno debe explicar la profesión que tenía antes de morir y sus ingresos anuales. El primero de la fila dice "Yo ganaba 1 millón de dólares al año y era actor" y San Pedro le abre la puerta. El segundo a su vez confiesa "Yo ganaba 250.000 dólares al año como abogado". San Pedro duda por unos instantes pero también le deja entrar. A continuación se gira hacia el tercero y le dice "Y tú, ¿Qué hacías con tu vida?" El tercer hombre responde "Yo ganaba 12.000 dólares al año …" y San Pedro le interrumpe "Ah, no me cuentes más ¿De qué eras profesor?"

Parece que existe consenso cuando se dice que para los profesores, cualquier tiempo pasado fue mejor:

1. La educación está unánimemente mal evaluada en la mayor parte de los países. Por mucho que se declare públicamente su importancia, hoy es más un negocio lucrativo que una prioridad de desarrollo porque de otra manera no es posible explicarse la situación. 2. Los profesores están atrapados entre la espada y la pared.

* a- Los Padres, que ponen a sus hijos en sus manos (pasan más horas con ellos que en su casa), miran con recelo su trabajo y sobre todo los resultados del mismo. En realidad consideran al profesor como una niñera. Lo primero que pregunta un padre a un profesor es "cómo se portó mi hijo". Lo primero que pregunta un padre a su hijo es "qué nota sacaste" y lo segundo es "cómo lo pasaste en el colegio". Nadie pregunta ¿Qué aprendiste?

* b- El Ministerio les controla y les responsabiliza de muchos de los problemas de la educación. Lo injusto es que un profesor está totalmente limitado por el currículum dentro del que enseña y por las metas que se le fijan.

* c- Los Clientes (alumnos) están por obligación y no por su propia voluntad (incluso el servicio militar es voluntario). Si preguntas a los alumnos en su primer día de clase por qué están allí, ninguno te dice que viene a aprender. Si les permites decidir si quieren ir al colegio, es fácil adivinar su respuesta. Si les preguntas por qué van a la Universidad, titubean y no saben bien como explicarlo, simplemente van … Sin motivación es imposible aprender. Además, para los alumnos, el profesor es un obstáculo en su camino a conseguir sus objetivos que son pasar de curso y obtener el título. Es una autoridad, una amenaza que tiene su destino en sus manos, tiene el poder de decidir sobre su futuro y por tanto es más temido que amado.

3. Todo parecido con lo que había imaginado un profesor acerca de su profesión, es pura coincidencia. Sin entrar a analizar los conflictos que suceden diariamente en las aulas, aquellos profesores con verdadera vocación se encuentran con una realidad de sueldos escasamente competitivos, alumnos poco interesados, rutinas frustrantes a la hora de impartir la enseñanza en el aula (los mismos contenidos año tras año) y múltiples tareas administrativas. Con 30 alumnos por profesor, la labor a realizar es quijotesca más aun sabiendo, como sabemos, que la mejor educación es el 1 a 1.

4. Ante la Tecnología, los profesores reaccionan con un miedo atávico imaginando que van a ser sustituidos por máquinas que harán su trabajo mucho más eficientemente, por sueldos ridículos, sin protestar y sin necesidad de vacaciones. Por supuesto, nada de eso va a suceder pero ellos no terminan de creerlo.

En definitiva, se ha producido una evidente pérdida de prestigio y de respeto hacia los profesores. Hemos pasado demasiado abruptamente de una sociedad con demasiada autoridad a la perdida casi absoluta de la misma. Una de las cosas más gratificantes para cualquier persona es que reconozcan la labor que realizas. En un restaurant, un cliente te felicita cuando le gusta la comida. A un arquitecto o a un médico, sus clientes o sus pares le reconocen con entusiasmo su trabajo. Sin embargo para los profesores esa satisfacción se produce muy aisladamente. Basta mirar la cara de la gente para hacerse una idea de cuan contentos están con lo que hacen. Hace tiempo que los profesores no tienen buena cara.

¿Qué ha sucedido? ¿El rol del profesor es menos importante que antes?

Desde luego que no. Dudo que exista responsabilidad mayor que preparar a los jóvenes para la vida que les espera. Es factible aprender por uno mismo, de hecho tú eres tu mejor profesor, pero claramente aprendemos mejor apoyados por alguien que sabe más que nosotros, que nos guía y nos ayuda cuando no somos capaces de resolver los problemas por nosotros mismos. ¿Hay esperanza? Por supuesto, en la sociedad del conocimiento, todo lo relacionado con el aprendizaje cobra una importancia vital, por tanto el futuro de los profesores es muy prometedor y solo puede mejorar pero para ello es imprescindible redefinir su rol y sobre todos ayudarles (educarles) para que sepan cómo desempeñarlo. Hace algunos años escribí un artículo sobre el rol del profesor en el mundo virtual que tiene bastantes aspectos en común con esta columna .

A continuación planteo algunas ideas:

1. Redefinir el rol: Evidentemente, el rol del profesor como lo hemos conocido, por suerte ya no va a regresar y se va a ir definiendo un rol diferente, mucho más divertido, enriquecedor y de mayor impacto. Los profesores ya no son los depositarios del conocimiento sino que van a tener que especializarse en aquello en que sean mejores que los computadores. Una de las responsabilidades de los profesores va a consistir en gestionar personas y gestionar relaciones entre personas, es decir ayudarles a desarrollar todas aquellas competencias de habilidades sociales y de relación interpersonal que sabemos son esenciales, que permanecen invariables generación tras generación, que jamás la educación ha tenido en cuenta (ya que no se pueden enseñar directamente y por tanto son difíciles de evaluar) y que un computador no puede abordar: Comunicarse y comunicar a otros, razonar, relacionarse con los demás, trabajar colaborativamente, negociar, liderar, convivir con el fracaso, innovar, expresarse adecuadamente, etc.

Podemos poner a los computadores a buscar, almacenar, memorizar y entregar información en múltiples formatos mientras las personas podemos dedicar nuestro tiempo, esfuerzo y sobre todo cerebro a pensar, a soñar y a imaginar. Hay que dejar que los computadores hagan el trabajo sucio.

En la sociedad del conocimiento, el aprendizaje es la habilidad más importante. Por esa razón, otro aspecto clave consiste en erigirse en un entusiasmador, transmitir la pasión por aprender, motivar, proponer desafíos, indicar caminos, plantear preguntas y en general hablar menos (ojala solo a petición del alumno) y escuchar más porque para entregar contenidos los computadores tienen una capacidad inigualable. En este rol, una competencia esencial consiste en dar el feedback y el apoyo adecuado a cada alumno en el momento que lo necesite y en evaluar (no a través de exámenes) cuándo un alumno está preparado para avanzar hacia tareas más complejas. En definitiva, un cambio radical que ya iniciaron, por ejemplo, algunos profesores de Postgrados que utilizan metodologías como los casos donde plantean escenarios a los alumnos y les piden que trabajen en resolverlos. El drama de nuevo es que nadie les ha preparado para enfrentar esta realidad que sin duda aporta mucho mayor valor a los alumnos, al sistema y sobre todo a ellos mismos.

2. Tecnología: Al igual que es imposible trabajar sin apoyarse en tecnología, va a ser imposible aprender sin usar tecnología y esto abre un campo insospechado porque los computadores están mejor preparados que las aulas para practicar y aprender haciendo. Esto ya está produciendo algunos cambios drásticos como por ejemplo que los profesores no son aquellos que están en la zona geográfica más próxima al lugar donde viven sus alumnos sino que un alumno puede aprender de los mejores profesores del mundo y tener compañeros universales gracias a la tecnología. Y la tecnología introduce un concepto nuevo que debe revolucionar la formación y que abordaremos en otra columna: El Aprendizaje Just In Time.

3. Personas con experiencia: Los profesores debiesen ser mayoritariamente personas con experiencia, desde desempleados con dificultades para reinsertarse en la vida laboral hasta jubilados que en un determinado momento de su vida están dispuestos a retribuir a la sociedad todo lo que esta les ha entregado. Hay una frase que se escucha frecuentemente: "Profesores tuve muchos pero maestros muy pocos". Debiésemos reconsiderar el ancestral sistema de educación tribal, que tiene miles de años de antigüedad y donde los ancianos tenían la responsabilidad de educar a los jóvenes mediante la observación, el ejemplo, las historias y sobre todo, pasando mucho tiempo con ellos. Si somos honestos, debemos reconocer que un joven profesor de 30 años todavía tiene pocas experiencias de vida valiosas que transmitir y no le queda más remedio que entregar contenidos.

4. Toda la sociedad involucrada: Si la Educación es lo MÁS importante entonces toda la Sociedad tiene que estar involucrada, no solo los profesores. Abogados, médicos, futbolistas, bailarinas, jardineros, policías … todos debiesen tener un papel que cumplir, una experiencia que contar, un enfoque que aportar. No hace falta ser pedagogo para educar. Si los responsables de la educación son profesores, lo normal es que formen profesores. Seria muy difícil que un profesor formase a un profesional como difícil sería que un medico formase a un abogado. Una parte de la jornada laboral de cada persona debiese estar dedicada a contribuir con la educación.

5. Incentivos: Si la Educación es lo MÁS importante, estamos obligados a dar a los profesores un estatus acorde con la responsabilidad que tienen entre manos. Hoy, los incentivos y los estímulos para los jóvenes están puestos en cualquier otra dirección. Hablando en términos futbolísticos, no podemos descuidar la cantera porque es la base donde comienza todo. 6. Innovar: Hace 1 semana leía una entrevista con Alvin Toffler, uno de los más importantes pensadores todavía vivos que decía lo siguiente: "Tenemos un problema cuando los negocios avanzan a 100Km/hr y el sistema educacional a 10Km/hr. Aún en mi país, no se está preparando a la gente para la economía en que tendrán que vivir"

Si hablamos de innovación, entonces no puede haber límite en las preguntas que nos hagamos: ¿Qué entendemos por educación? ¿Para qué educamos a los jóvenes? ¿Debe existir la escuela? ¿Tiene sentido que la educación ocurra durante 20 años entre las 4 paredes de un aula llena de mesas y sillas dentro de un edificio cuando el mundo es variado, complejo, global y diverso? ¿Debe todo el mundo aprender lo mismo? ¿Por qué el colegio dura 12 años y no 8 ó 20? ¿Por qué la universidad dura 5 años? La educación tiene principio y fin pero el aprendizaje dura toda la vida …

El afamado discurso de Steve Jobs es un buen ejemplo de ello

No te pierdas el video que acompaña el artículo:
http://www.elobservatodo.cl/admin/render/noticia/8972

Roger Schank por su parte ya ha puesto en marcha una interesante iniciativa al respecto que se puede ver en el link .

7. Perfil de alumnos: No podemos obviar que el perfil de los alumnos ha cambiado radicalmente (por primera vez en la historia, hay áreas en que los alumnos saben más que los docentes). Simplificándolo mucho, hay 2 aspectos en los que son muy diferentes a todos los alumnos de generaciones anteriores:

* a- Quieren participar y no solo escuchar pasivamente lo que otra persona les dice. Mientras vivimos en la era de You Tube, en el aula hay poco dialogo y demasiado monólogo. * b- Quieren recibir servicios a la carta y personalizados según sus intereses y necesidades propios de cada uno.

Esto ocurre porque viven en un mundo donde crecientemente participan por múltiples vías y donde exigen y compran productos y servicios diseñados a su medida. Estas generaciones van a cambiar la gestión de las empresas y la forma de liderar y trabajar (mucho más mediante seducción y motivación que por obediencia). Hay que preguntarles a ellos cómo sería su educación ideal, hay que contar con ellos para diseñarla y hay averiguar cuáles son sus objetivos en lugar de hacer tanto énfasis en que adhieran a los nuestros porque no lo van a hacer.

No albergo duda alguna acerca de que quienes leen esta columna aman la educación, saben que es primordial y aunque no trabajen en ese ámbito, tienen un juicio fundado con conocimiento de causa después de haber pasado al menos 12 años de su vida en un aula.

Los profesores son indudablemente parte del problema … y de la solución. También ellos necesitan aprender y me temo que han perdido la habilidad de aprender de tan centrados que están en enseñar y crear ambientes de aprendizaje para sus alumnos. Necesitamos que reflexionen sobre sus propios procesos y lleguen a la conclusión de que no podemos seguir educando a los jóvenes del S.XXI con profesores del S.XX, usando metodologías del S.XIX y con un curriculum del S.XVIII. Parece que nadie se ha parado a pensar cuánto le cuesta un país la MALA educación. ¿Os imagináis qué pasaría en nuestra sociedad si de repente nadie quisiera ser profesor?

El ocio, dice un amigo, es un momento de creación. Razón tiene: hacer jugar a los empleados con propósitos estratégicos y en un entorno laboral que garantice la belleza es una metodología que reporta muchos beneficios.

Tuve la suerte de estar en Puerto Varas. Una ciudad hermosa, relajada, acogedora, en un entorno natural sobrecogedor. Una vez un amigo catalán me dijo: "Paisajes como éste motivan hasta al hombre más yermo". Sercotec organizó ahí un seminario sobre competitividad digital para micro y pequeños empresarios. Me sorprendió gratamente la convocatoria. Cerca de 200 empresarios(as) llegaron para escuchar a una docena de expositores, entre quienes me encontraba. El propósito era promover la utilización de las nuevas tecnologías en la innovación de la gestión empresarial. Mi presentación era sobre ¿cómo innovar? Dado que eso se está levantando como valor incuestionable para el desarrollo de los países, aquí están las 10 ideas sobre cómo hacerlo, tal como lo expuse en el seminario.

Primero: la innovación es explotar ideas que tienen éxito en el mercado, aquellas a la que los clientes atribuyen valor. Esto viene definido no sólo por las características funcionales del producto o servicio, sino por la percepción subjetiva que el cliente tiene. Ellos cada vez se interesan más por los intangibles de los nuevos productos o servicios.

Segundo: no es una actividad discreta, sino un proceso continuo y sistemático. No se puede innovar un día y luego dejarlo de lado. Ha de ser una actividad constante, además de sistemática. Debe obedecer a una estrategia o a una carta de navegación flexible, que se adapte a los constantes cambios del entorno. La innovación requiere mucho trabajo, no sólo inspiración.

Tercero: no es tecnología. Forma parte de ella, pero no es la clave. La innovación es una actividad que desarrollan las personas en la empresa. Ellas dominan el negocio -o partes de él- y las que tienen la llave para mejorarlo o reinventarlo.

Cuarto: se genera en la empresa, no en el exterior. A menudo los departamentos de I+D traen ideas de fuera. Las más innovadoras hacen que las personas de dentro sean las creadoras de ideas. El benchmarking es sólo un ejercicio referencial, no para imitar lo realizado o sustituir la capacidad creadora de la propia empresa.

Quinto: la innovación requiere creatividad. Las empresas deben confiar en la capacidad creativa de sus empleados. Pero no basta con eso. Además, se deben crear las condiciones que produzcan la creatividad. Muchas empresas innovadoras generan espacios para compartir ideas, brainstorming, comunidades de prácticas, etc. El ocio, dice un amigo, es un momento de creación. Razón tiene: hacer jugar a los empleados con propósitos estratégicos y en un entorno laboral que garantice la belleza es una metodología que reporta muchos beneficios.

Sexto: no son sólo ideas. Se debe identificar el valor que aportan al cliente. Para innovar se debe conocer qué piensan y cuáles son sus necesidades. La empresa debe motivar la discusión sobre qué es el valor. Esto enriquece la relación con los clientes. Otra forma de conocer el valor que perciben ellos es mediante observatorios que analicen sus necesidades y escudriñen el mercado: en qué está la innovación, los competidores, los aliados, etc.

Séptimo: fomentar la curiosidad y la intuición. No sólo somos seres racionales. Tenemos una arraigada dimensión emocional e intuitiva. La empresa puede beneficiarse si consigue "explotarla" en sus empleados y alinearla con una estrategia del negocio.

Octavo: la organización se debe disponer para acoger la innovación y la creatividad. Para ello la empresa debe crear espacios de colaboración. Las comunidades de prácticas y los blogs son espacios de colaboración y de intercambios. La innovación es exitosa mientras más ideas se expongan. La diversidad de ideas es el caldo de cultivo para la innovación. Estos espacios deben ser de hibridación, de pluralismo; es decir, de personas con miradas diversas de las cosas.

Noveno: la empresa debe conectarse con fluidez a su ecosistema. La innovación requiere que ella esté vinculada a los clientes, proveedores, aliados y competidores. Saber escucharles es una práctica necesaria en el mundo de hoy.

Décimo: la innovación exige una fuerte dosis de liderazgo. Pero no de un ejercicio del liderazgo cualquiera, sino de aquel facilitador de un proceso adaptativo. Ponerse frente a un proceso innovador significa, por otro lado, desafiar el paradigma vigente, los supuestos sobre los que se funda el estado de cosas. Pericles lo decía: "El secreto de la libertad es la valentía". Liderar para innovar requiere de mucho arrojo para resistir los vientos conservadores.

http://www.elobservatodo.cl/admin/render/noticia/8972

La punta del iceberg de la educación


¿Quien quiere ser profesor?

Mientras no se produzca un profundo cambio en las asignaturas, los profesores seguirán enfrentando aulas repletas de niños desmotivados que esperan por ansiedad a que termine la clase para salir a jugar.

Escrito por Javier Martínez

La última semana de septiembre tuve la suerte de asistir a la magnífica conferencia "El lenguaje de la Innovación" impartida por José Luís Larrea, Presidente de Ibermática, una de las principales empresas españolas de Tecnología y Conocimiento, como le gusta denominarse. Que el principal ejecutivo de una empresa de TICs (que años atrás fue Consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco), hable apasionadamente durante 1:30 horas de Innovación y de Conocimiento sin dedicar un solo minuto a la tecnología, el mercado o los beneficios, demuestra que todavía hay esperanza y no todo está perdido. Hay 3 cosas que señaló José Luís muy apropiadas para esta columna:

La primera es que para innovar, hay que ver la vida "con los ojos de un niño". La segunda es que uno de sus objetivos es que todos los gerentes de su empresa hagan clase en la universidad ya que la mejor manera de aprender es cuando tienes que enseñar a otros. La tercera es que el juego es una magnífica forma de aprender porque en un corto espacio de tiempo permite condensar muchas de las experiencias (muchas de ellas irracionales) que ocurren en la dinámica habitual de una empresa y extraer valiosísimas conclusiones. De hecho narró con entusiasmo la gran cantidad de enseñanzas que se pueden extraer observando a un equipo de baloncesto. Precisamente, durante muchos años, yo jugué a baloncesto de forma más o menos seria y siempre he reconocido todas las competencias que aprendí sobre la cancha que ni el colegio ni la universidad fueron capaces de enseñarme: Trabajo en equipo, liderazgo (sobre todo si eres entrenador), comunicación, resolución de problemas y conflictos, toma de decisiones, estrategia, perseverancia, motivación, compromiso, manejo de la frustración… ¿Cómo aborda el colegio o la universidad estas competencias? ¿Podría un profesor enseñármelas?

Todo esto me lleva a reflexionar sobre qué ocurre para que los adultos deseen volver a mirar la vida como los niños o para que quieran jugar en lugar de tomarse la vida tan en serio. ¿Qué pasa con la Educación? ¿Qué podemos aprender de los niños? ¿Qué sucede en el colegio para que el niño pierda cosas tan valiosas? Y en concreto ¿Qué influencia tienen los profesores en este proceso? La vida no es sueño, como decía Calderón de la Barca, la vida es juego.

Desde que nacemos hasta que entramos al colegio, el juego se convierte en nuestra principal y casi única estrategia de aprendizaje, en la manera a través de la que vamos aprendiendo habilidades y competencias de alta complejidad como andar, hablar o leer. Sin embargo llega el colegio, el mundo cambia, el juego solo aparece fugazmente durante los recreos y los niños miran el reloj impacientes, sin poder aguantar las ganas de que termine la clase para salir a jugar con sus amigos. Y ya como adultos, el juego sigue formando parte importantísima de muchas de las cosas que nos apasionan, entre ellas el deporte.

Esta misma semana, un par de anécdotas me llamaron mucho la atención.
Una compañera de trabajo me confesaba esta frase que su hijo, matriculado en un prestigioso colegio privado, le espetó días atrás: "No quiero ir al colegio, no aprendo nada, aprendo más viendo en la televisión el Discovery Channel". Excepto en el colegio, ya no existe ningún ámbito donde los clientes vayan obligados a recibir un servicio que no han solicitado, no quieren y sobre el que apenas pueden opinar.
Charlando sobre qué aprendimos en el colegio, un alto directivo me comentaba que durante su etapa escolar, debió cambiar de colegio 5 veces y lo más valioso que rescata de esa época fue que tuvo que aprender constantemente a adaptarse a nuevos entornos, hacer relaciones, socializar y salir adelante cada 2 años.
La mayoría de las personas que conozco que estudiaron para ser profesor, se dedican actualmente a actividades que no tienen nada que ver con hacer clase frente a un grupo de niños. Las razones son múltiples: La vocación de enseñar se va frustrando al enfrentar cada año los mismos rituales: niños desmotivados, asignaturas monótonas y desactualizadas, padres poco comprometidos, administración hostil, escaso reconocimiento social … Por si fuera poco, el sueldo de un profesor roza en muchas ocasiones lo miserable y ya sabemos que no sólo de pan vive el hombre.

He conversado con algunos profesores para conocer de primera fuente cómo ven ellos mismos su profesión, si se sienten valorados y disfrutan haciendo su trabajo. He preguntado a algunos jóvenes cuál es la profesión que pretenden ejercer en el futuro y los resultados son lapidarios; ninguno manifiesta el más mínimo interés por ser profesor.

El Pasado Tiempo atrás, era común escuchar que las personas más importantes de un pueblo eran: El Alcalde (poder político), el Cura (poder divino), el Policía (poder militar), el Médico (poder del conocimiento "mágico") y el Profesor (poder del conocimiento intelectual. El profesor era una figura respetada ya que poseía algo que casi nadie tenía al acumular un saber enciclopédico: conocimiento. Un profesor era una persona de prestigio y evidentemente, dentro del aula decidía sobre el destino de los alumnos lo que le otorgaba un poder absoluto.

Nadie discutía que existía un cuerpo de conocimientos (currículum) que había que aprender, la función del profesor era enseñarlos y la del alumno era estudiarlos y la forma de verificar si eso estaba ocurriendo eran los exámenes. Todos los niños estudiaban exactamente las mismas asignaturas, al mismo ritmo y la escuela tenía sospechosas similitudes con una fábrica (en este caso de producción de seres humanos, todos iguales) La autoridad era posiblemente la principal característica de esa época. Si en una fábrica, los jefes pensaban y ordenaban qué hacer y los obreros ejecutaban el trabajo, el aula reproducía esa realidad a su imagen y semejanza con el profesor mandando y los alumnos obedeciendo.

Existía un círculo vicioso formado por clases con un mínimo de 30 alumnos que giraban alrededor de un profesor que impartía "clases magistrales" que no eran otra cosa que monólogos donde los niños sólo hablaban cuando se les preguntaba (y trataban de usted al profesor) La educación era una competición donde unos ganaban y otros perdían lo que es un veneno mortal porque obliga a que todo se organice alrededor de las notas. Desde luego, no se premiaba el pensamiento original, la innovación ni se motivaba a conocer más y menos aún a aprender de sí mismo.

Que la educación tenía graves problemas fue algo denunciado con vehemencia por personajes poco sospechosos de hablar a la ligera como Platón, Kant, Montaigne, Locke, Dewey, Descartes o Einstein pero quizás esta sea la frase más contundente "Estoy seguro que la razón por la que surgen tantos idiotas de nuestras escuelas es porque no tienen ningún tipo de contacto con nada útil para la vida diaria" atribuida a Petronio en el año ... ¡¡ 66 antes de Cristo !!.

Imaginad que por un momento nos transportásemos en un viaje hacia el pasado y aterrizásemos en la Edad Media. ¿En qué podríamos trabajar? ¿De qué nos servirían los múltiples conocimientos que tenemos hoy? ¿Y si una persona de la Edad Media llegase a nuestro mundo del 2007, qué podría hacer? Para hacer cualquier cosa, necesitamos saber y para saber hay que aprender pero sobre todo, cosas útiles.

Un periódico de negocios publicaba una estadística que indicaba que un Directivo que se cambia de empresa tarda alrededor de 1 año en aportar valor a su nueva empresa. Los que contratamos jóvenes recién salidos de la universidad, sabemos que tendremos que esperar unos 2 años hasta que empiezan a ser productivos ya que desconocen las tareas más elementales del mundo laboral: apenas saben gestionar a un cliente, preparar propuestas comerciales, innovar la oferta de servicios o productos de su empresa, negociar con un proveedor, gestionar un proyecto, liderar un equipo de trabajo, dirigir una reunión, etc. Sabiendo que lo que les espera al terminar la dilatada vida estudiantil es simbólicamente "jugar al fútbol", cuando llegan el primer día a trabajar confiesan que nunca antes habían visto ni jugado con una pelota. La culpa no es suya, el problema es que sus profesores solo les puede enseñar a ser… profesores pero difícilmente a adquirir las habilidades que requieren las empresas por 3 razones:

El currículum no contempla aprender este tipo de "competencias"

Aunque el currículum las incluyese, la mayoría de profesores no las dominan

Aquellos pocos que las dominan, no saben cómo enseñar a otros para que las aprendan

Parece mentira que nadie asuma la responsabilidad de modificar drásticamente el currículum escolar y universitario que representa un mundo que ya dejó de existir. Nadie se atreve a denunciar que el 90% de las Matemáticas o la Historia que se enseña no sirven de nada al 90% de las personas (que además hoy no las pueden recordar) mientras que nadie puede prosperar en la vida sin saber cómo Colaborar y Trabajar con otros o sin saber Vender.

Hoy, entrar en un aula no significa dar un paso hacia el futuro más bien hacia el pasado. Mientras un profesor decida tu futuro, no se verá a sí mismo como proveedor de un servicio. Sin embargo, soy optimista, vienen tiempos mucho mejores, sobre todo para los profesores y para sus alumnos.

http://www.elobservatodo.cl/admin/render/noticia/8745

jueves, 8 de noviembre de 2007

La Formación Profesional, una opción de futuro.

He asistido a la presentación del estudio “El sistema de Formación profesional en Cataluña. Retos i estrategias ante la globalización”, promovido por la Cámara de Comercio de Barcelona y por el Centro de Economía Industrial, realizado por Esteve Oroval y Joseph-Oriol Escardíbul. No voy a resumir el acto pero si diré que he salido complacido al ver que el diagnostico es certero, existen propuestas de mejora y el tema preocupa y ocupa. Esto es así debido a que las empresas necesitan más técnicos medios y superiores que licenciados, y en nuestro país lo que vende es la universidad aunque solo se licencien alrededor de un 30 % de los que inician carrera. ¿Qué sucede con toda esa masa de estudiantes que no finalizan estudios?

Los datos sobre estudios relativos a Cataluña no difieren demasiado de los del resto del estado español: Elevado fracaso escolar y significativos porcentajes de abandono de estudios al finalizar la ESO. A tener en cuenta que parte de los graduados no han alcanzado las competencias básicas y presentan graves deficiencias en letras y matemáticas (informe PISA) Si además añadimos la mala prensa que la Ley General de Educación de 1970 dio a la formación profesional, al establecer que los “buenos” estudiantes debían hacer carrera académica y los “malos” formación profesional, no nos ha de extrañar que aunque la realidad haya cambiado muy mucho, alrededor de un 61 % de los alumnos de secundaria postobligatoria se matricula en bachillerato y cerca del 39 % lo hace en formación profesional. En Alemania, por ejemplo, estos datos están invertidos y la FP tiene el respeto y el prestigio de la sociedad; con decir que al obtener la titulación se celebra una fiesta popular a la que acuden autoridades municipales, podemos entender el valor que se da a la FP.

A pesar de la incuestionable mejora de la calidad de la enseñanza en la FP, los elevados índices de incorporación al mercado laboral y las excelentes perspectivas de promoción social, la brecha entre necesidades sociales y formación profesional de nuestros jóvenes sigue abierta.
El principal problema de la formación profesional hay que buscarlo en la sociedad de la cual el sistema educativo es un fiel reflejo. En nuestro país el interés y aunque resulte paradójico, la preocupación de las familias por la educación de sus hijos desciende a medida que disminuye el nivel de ingresos. El tópico de que hasta los licenciados engrosan las filas del paro, no encuentran trabajos acordes con sus estudios o son mileuristas, solo sirven para minar la escasa motivación de miles de estudiantes que ven al sistema educativo como una carrera de obstáculos, desprovisto de su función formativa y profesionalizadora. De igual modo, pensar que si uno no tiene una carrera universitaria es un fracasado en los estudios, supone cerrar la puerta a las múltiples posibilidades que la formación profesional ofrece.

Para que aumente el número de alumnos en la FP debe mejorar y mucho el sistema de información y orientación profesional. Todos los sectores implicados (instituciones, empresas, profesores y familias) deben hacer un esfuerzo para dignificar la FP y crear expectativas de éxito para la incorporación de más jóvenes a la Formación Profesional y poder hacer frente a la creciente demanda del mercado laboral. En este sentido, los tutores de 3º y 4º de ESO tienen una gran responsabilidad a la hora de orientar a sus pupilos. Cada año vemos fracasar en el bachillerato a alumnos que en la FP tienen una salida diversificada de acuerdo con sus capacidades e intereses y que en muchos casos abandonan el sistema educativo frustrados y desmotivados por una errónea elección de estudios.

Las empresas deben implicarse más en la formación en el centro de trabajo (FCT) que está obteniendo resultados enormemente positivos al permitir la incorporación de nuestros estudiantes al mundo laboral y la adquisición de la consiguiente experiencia profesional. Deben remunerar la formación y fomentarla si quieren aumentar la productividad y equilibrar oferta y demanda de profesionales. En este momento la demanda de titulados en formación profesional por parte de las empresas no queda, en muchos sectores, cubierta por una oferta deficitaria.
Los tutores de aprendizaje han de actuar como correa transmisora, entre empresa y escuela, para adecuar la formación en nuestros centros a la demanda del sistema productivo y poder contribuir con el resto de los implicados en la mejora de la calidad de la FP.

El Departament d’Ensenyament y el sector empresarial deberían orquestar medios ágiles y sencillos para que el profesorado pudiera mejorar su formación con estancias en las empresas, sin descuidar otros medios.

No pretendo agotar el tema, para eso se ha realizado el estudio que espero se traduzca en actos, pero hay un problema básico pre-profesional, la ESO, que tiene hondas raíces sociales y desaprovecha una formación profesional que el sistema educativo ofrece, las empresas demandan y la sociedad necesita. De nada sirve deprimirse esperando un cambio de mentalidad que premie el esfuerzo y la inversión en capital humano frente a la recompensa inmediata del dinero fácil. Dignifiquemos la FP ofreciendo una enseñanza de calidad y mejoremos el sistema de información y orientación profesional empezando por los tutores de la ESO y las instituciones educativas. Que cada palo aguante su vela y el viento favorable del crecimiento económico continué asegurando puestos de trabajo a nuestros titulados y mejore sus expectativas de futuro.

En favor de los profesionales que nos dedicamos a la Formación Profesional he de decir, que dedicamos muchos esfuerzos a actualizar nuestros conocimientos para adaptarnos al cambiante mundo empresarial y que introducimos en las aulas los recursos necesarios para que nuestros alumnos sepan adaptarse a las condiciones del mercado de trabajo, con autonomía, capacidad de decisión y la actitud necesaria para no dejar de aprender. Prueba de ello es la evolución que han seguido nuestras aulas, junto a las mesas tradicionales conviven los ordenadores con los programas profesionales más utilizados, junto a la pizarra clásica se utiliza la pantalla y el retroprojector conectado al ordenador (pizarra digital), para guardar la información utilizamos los lápices de memoria… y lo mejor de todo ello es que los titulados acreditan una gran cualificación que les proporciona trabajo aún antes de finalizar sus estudios.

Los retos son grandes pero el presente y el futuro de la Formación Profesional son prometedores y nos llenan de fundadas esperanzas.

Badalona, 5 de noviembre de 2007
Marín Hontoria
Coordinador de ciclos formativos
IES BADALONA VII

martes, 6 de noviembre de 2007

La cuadratura del circulo


Gestión del Conocimiento

TENER O NO TENER (esa es la cuestión)
Javier Martínez Aldanondo
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl

Tanto tienes tanto vales
no se puede remediar,
y si eres de los que no tienes,
a galeras a remar
(El Ultimo de la Fila)

Imaginen un equipo de fútbol cuyo mejor jugador es traspasado por 20 millones de dólares. Tener ese dinero en el banco no le sirve de nada a dicho equipo, ya que si no lo convierte rápidamente en conocimiento (otro jugador), tendrá graves problemas que afectarán de forma directa a sus resultados de negocio. Imaginen ahora que son millonarios y despiertan en la noche con un dolor en el pecho que les asusta. Todo el dinero que tienen es inútil si no acuden rápidamente a alguien que tiene el conocimiento necesario para socorrerles. Imaginen a un broker de bolsa, un policía especializado en desactivar explosivos o un ingeniero de Formula 1¿Qué tienen ellos que yo no tenga? Conocimiento, obviamente. Pero ¿Qué tengo yo que no tienen ellos? Conocimiento también. Todos nacimos sin saber nada y tuvimos que aprender lo que hoy somos capaces de hacer. Muchas personas se sorprenden cuando reciben la factura de un trabajo realizado por un electricista o un carpintero sin darse cuenta que hoy, estos profesionales atesoran un conocimiento importante a la vez que escaso, razón por la cuál se va haciendo muy caro. Algunos cálculos indican que si Steve Jobs abandonase Apple, la empresa perdería inmediatamente entre un 20% y un 30% de su valor. Tanto tienes (conocimiento), tanto vales.

Los problemas más importantes de un país y de sus empresas tienen su origen en la falta de CONOCIMIENTO. No se trata de que dichos problemas (Educación, Salud, Transporte, servicio al cliente o baja productividad) no se puedan resolver sino que las personas responsables no cuentan con el conocimiento necesario para solucionarlos. Hace 300 años, para desplazarse por tierra, el caballo era el medio de transporte más rápido. El automóvil no era una opción, simplemente porque no existía todavía el conocimiento adecuado para inventarlo. Y cuando el coche fue una realidad, aun no había conocimiento para inventar el avión y así sucesivamente. ¿Y mañana? No queda más remedio que innovar porque es obvio que nos falta conocimiento.El conocimiento es ya la moneda de cambio y tiene características muy particulares puesto que caduca y se deprecia mucho más rápidamente que el dinero. En el articulo anterior Conocimiento de alquiler http://tokland.com/elearning/?p=114 escribí que el conocimiento no es un activo de las empresas ya que lo tienen las personas y dado que las empresas no son dueñas de las personas, tienen que invertir en ellas si no quieren que se devalúen. Si tienes conocimiento, tienes dinero (es fácil convertirlo). Sin embargo, si tienes dinero, no necesariamente tienes conocimiento, debes comprarlo lo que no resulta fácil ya que no es un producto que se venda en los supermercados, y menos en esta era de escasez de talento.

El verdadero conocimiento es INCONSCIENTE. Hablando de coches, veamos las fases del proceso para aprender a conducir. 1. NO SE QUE NO SE: Cuando tenemos 4 años, ni siquiera somos conscientes de ello ya que nos subimos al coche y alguien nos traslada de un sitio a otro. 2. SE QUE NO SE: A los 17 años, somos plenamente conscientes de nuestra falta de conocimiento ya que queremos dejar de depender de nuestros padres para poder movernos con libertad. En ese momento la motivación nos conduce a estar preparados para aprender. 3. SE QUE SE: Cuando recién obtenemos el permiso de conducir, se supone que sabemos pero necesitamos pensar en cada acción que realizamos porque todavía somos muy poco hábiles y carentes de destreza. 4. NO SE QUE SE: 10 años después y varios miles de horas y kilómetros más tarde, ni siquiera pensamos en lo que hacemos cuando vamos conduciendo sino que hablamos por teléfono, escuchamos la radio o vamos absortos en nuestros pensamientos. El conocimiento ha sido internalizado y está en nuestras manos, pies y cabeza. Hace poco planteé esta pregunta en un congreso de Innovación: Vamos pedaleando en nuestra bicicleta y de repente, nos desequilibramos ligeramente hacia la izquierda. ¿Hacia que lado giraríamos el manillar para evitar caernos? La mayor parte de la gente responde incorrectamente (hacia la derecha) mientras que subido en la bicicleta haría lo correcto (girar a la izquierda). ¿Cómo es posible que pensemos lo incorrecto y al mismo tiempo hagamos lo correcto?¿Cómo denominamos a quienes tienen Conocimiento? Los llamamos expertos y lo son porque saben lo que funciona sobre todo a partir de lo que NO funciona, saben qué hacer y sobre todo qué NO hacer. Para un mecánico experto a quien le llevemos el coche y le expliquemos lo que le pasa existen 3 ó 4 preguntas que hacerse y no 3.000 como nos sucede a nosotros. ¿Como se adquiere el Conocimiento? El factor crítico es APRENDER y aquí es donde aparecen la educación y la formación como herramientas estratégicas decisivas.

Cuando uno lee los periódicos o presta atención a los noticiarios de televisión, los países desarrollados son unánimes en afirmar que el progreso y el desarrollo del estado del bienestar dependen de la mejora de la productividad de las personas y para ello no hay otro camino que invertir en su formación. Los países en vías de desarrollo, preocupados por erradicar la pobreza, hace tiempo que llegaron a la conclusión de que un recurso humano debidamente formado, educado y capacitado constituye la principal riqueza de una sociedad y no bastan los recursos naturales ni las iniciativas empresariales. El consenso parece unánime: es imprescindible trabajar sobre el Capital Humano y para ello existen 2 elementos fundamentales: mejorar calidad de la educación y aumentar capacitación a la fuerza laboral. ¿Cómo es posible que siendo tan claro el diagnóstico y el problema, las soluciones sean tan pobres?

Las personas están muy concienciadas sobre la urgencia de formarse y actualizarse, saben que requieren conocimiento para vivir y trabajar y creen que lo van a encontrar en la enorme oferta educativa existente. Detengámonos a analizar por qué la educación y la formación siguen sin ofrecer los resultados que todo el mundo espera.En realidad, la educación y la formación tienen graves problemas porque …NO sabemos aprender. Lo primero que debiésemos reconocer es que tenemos un concepto equivocado de lo que significa aprender. Creemos que aprender es estudiar, si obtienes buenas notas significa que eres inteligente y asumimos que la vida está dividida en asignaturas. La educación reprime la innovación y el pensamiento original. Como ya abordamos en newsletters anteriores http://tokland.com/elearning/?p=19 el problema (de VERDAD) es simple de entender:

1. CÓMO ENSEÑAMOS: Si quiero aprender a hacer paella, escuchar a un profesor NO significa aprender. Aprendes cuando practicas lo que escuchas (mejor a un cocinero que a un profesor). ¿Cómo evalúo que alguien sabe? No por el hecho de que sepa la receta en un examen de respuesta múltiple sino ¡Demuéstramelo, haz una buena paella!. ¿Qué se puede aprender sentado en un pupitre? Nadie sale de un aula con nuevo conocimiento sino con información (la receta de la paella) que sólo se puede convertir en conocimiento si se aplica. Hoy la información es gratis y fácil de acceder en Google o Wikipedia. No hay duda que empleamos una metodología obsoleta e ineficaz. Por si fuera poco, si los responsables de la educación son profesores, lo normal es que formen … profesores. Este año me invitaron a hacer clase en un MBA y me pidieron mi título de Master. Mientras lo estaba buscando se me ocurrió hacerles la siguiente pregunta "¿Este requisito implica que el empresario más exitoso de USA, Bill Gates (no terminó la universidad) y el empresario más exitoso de España, Amancio Ortega, dueño de Zara (ni siquiera accedió a la universidad) no podrían ser profesores en este master?" Tanto énfasis en las notas como instrumento de evaluación son un claro síntoma de que no nos interesa educar sino adiestrar. Os imagináis llegar a casa y que vuestro hijo os pregunte, "Papá, ¿Qué notas sacaste el mes pasado en la oficina?"

2. QUÉ ENSEÑAMOS: El colegio y la universidad se esfuerzan en tratar de enseñar multitud de cosas que NO hacen falta y NO enseñan lo imprescindible. La pregunta principal para diseñar un currículum no es qué deben saber los alumnos sino qué deben saber HACER. Muchas materias se estudian por si algún día te hacen falta (" no puede hacerte daño" o "el saber no ocupa lugar"). ¿Cuantas veces te encuentras con Integrales a lo largo de tu vida? ¿Y cuantas veces debes enfrentar algún problema grave de salud (por ejemplo socorrer a alguien de un infarto) o atraviesas problemas financieros o legales? ¿Por qué las Integrales son de estudio obligatorio y los otros problemas no cuando las consecuencias de su falta de conocimiento son mucho más graves?.

Cuando en 2006 hice la encuesta sobre los 5 elementos http://tokland.com/elearning/?p=81 más importantes para vivir y trabajar en la sociedad del conocimiento, Innovar apareció unánimemente como un elemento vital. Basta con tener los ojos abiertos para darse cuenta que la Innovación está de moda (junto con el conocimiento). Innovar es impredecible y significa aprender a hacer las cosas de otra manera o hacer cosas que nunca antes se han hecho.¿Por qué una persona quiere innovar? ¿Se puede enseñar a innovar? ¿Se puede aprender? ¿Cómo?¿Donde te enseñan a innovar? ¿Leonardo da Vinci, Steve Jobs o Richard Branson hicieron masters para aprender a innovar? Parece que no se escoge ser innovador, al contrario que cuando nos obligan a escoger si queremos ser médicos, abogados o periodistas. Innovar no es una profesión sino más bien un rasgo, una cualidad. Para verificar si una persona es innovadora, hay que comprobar cómo se relaciona con el fracaso ya que antes de tener éxito, vas a sufrir innumerables decepciones y por tanto no debe tener miedo de nada. Como respuesta al No se puede o Siempre se ha hecho así, la principal pregunta que se hacen los innovadores es ¿Por qué no? Conocimiento e Innovación tienen un nexo común: Aprendizaje. Para Innovar necesitas crear nuevo Conocimiento, es decir, APRENDER. Innovar y Aprender comparten 2 pilares básicos: 1. Confusión/error/fracaso y 2. hacerse Preguntas. Para innovar hay que estar enfadado, hay que estar descontento, hay que creer que las cosas funcionan mal, ser terco y querer cambiarlas (por esa razón es difícil cambiar la educación ya que creemos que se está haciendo lo que se debe hacer). ¿Se han fijado cuantas veces se le dice NO a un niño a lo largo de un día, y en cuantas de ellas la única razón es la necesidad de control por parte del adulto? Parece obvio que para ser innovador, es mejor que te eduquen desde pequeño en lugar de tratar de socorrer a adultos que llevan años con la habilidad de innovar atrofiada.¿Cómo abordan la innovación tanto la escuela como la empresa?

Si alguien decidiese que la Innovación forme parte de todos los curriculums, el primer error que se cometería sería convertirlo en una asignatura. Y el segundo error sería que los profesores fuesen académicos en lugar de innovadores reconocidos. Los innovadores, aunque saben innovar, no son conscientes de cómo lo hacen y menos aun saben cómo enseñar a otros con lo que terminan por preparar un montón de powerpoints. ¿Se puede aprender Innovación en un curso o Liderazgo en un taller de 3 días? No hay milagros en 3 días, al igual que no se puede pretender que los niños nazcan en 1 mes o ir al gimnasio y esperar que tu cuerpo cambie en 1 semana. Lo primero que te hacen cuando vas a un gimnasio es una evaluación para recomendarte un plan personal para mejorar tus áreas débiles. ¿Recuerdan algún curso en el que les hayan hecho algo tan simple como eso? ¿Los profesores eran profesionales reconocidos? ¿Qué hacían durante el curso, simplemente escuchar y tomar notas? ¿Cuanto se parecía el curso al trabajo para el que se estaban preparando? Aprender cosas valiosas exige esfuerzo, exige tiempo, exige sacrificio. Como bien sabía Alejandro El Magno, el 1 a 1 es el mejor método de educación.

La clave de la innovación (y del aprendizaje) es que te vaya mal, que fracases y que seas obstinado y persistente hasta salirte con la tuya. Cuando tienes miedo a equivocarte, dejas de intentarlo y por tanto de innovar. Demasiadas empresas promueven entornos agresivos contra la innovación, castigan el error y aman la estabilidad. La innovación promueve la libertad y atenta contra la jerarquía (Directivos de una gran empresa me confesaban recientemente que "a los jefes no les gustan los subordinados innovadores"). En la empresa, el jefe manda, en el aula, el profesor manda. Los innovadores no surgen de los MBAs y las empresas reclutan gente que no ponga en duda las reglas y que al mismo tiempo buscan entornos seguros y estables donde conservar su empleo. A los accionistas les interesan los dividendos no las innovaciones y los Gerentes Generales (que no son expertos en innovación y duran 3 años por termino medio mientras la innovación es una apuesta a largo plazo) son contratados para que hagan las empresas más eficaces y rentables, no más innovadoras. Si los altos ejecutivos no promueven la innovación, ¿Qué se puede esperar que ocurra con el resto de los miembros de la empresa? En los exámenes del colegio, la idea es no equivocarse, no fallar lo que automáticamente aniquila la innovación. La educación quiere que te portes bien y que des la respuesta correcta (el rasgo distintivo de los innovadores es hacerse preguntas) y no que pienses creativamente porque ¿Cómo se evalúa eso? ¿Dónde enseñamos a ser curioso, a arriesgar?.

Los que Drucker bautizó como Trabajadores del conocimiento necesitan Organizaciones del Conocimiento. El problema es que nuestras organizaciones no fueron diseñadas para Gestionar el Conocimiento ni para INNOVAR (a Wall Street no le agrada el riesgo). Fueron diseñadas para producir, fabricar, vender o cobrar, no para cambiar. Recuerden que mientras la Gestión del Conocimiento te dice, no reinventes la rueda, la innovación te dice justo lo contrario. Estamos en plena transición para pasar de "Me voy a formar cuando el trabajo me lo permita, cuando tenga tiempo" a "No puedo trabajar sin formarme". A las personas les pedimos no solo Trabajar, sino al mismo tiempo Aprender, Enseñar a otros y, por si fuese poco, Innovar y todo ello sin apenas ayuda. Las empresas no son centros de formación pero debieran actuar como tales. No se trata solo de dedicar más horas a formación sino hacerlo mejor, no solo invertir más recursos sino sobre todo emplearlos mejor.

La responsabilidad de la educación es enorme. Siguiendo con el paralelismo con el fútbol, la educación es como la cantera cuya misión y única razón de ser es enseñarte (a jugar al fútbol) para lo que te espera cuando llegues a Primera División. ¿Qué podemos hacer? INNOVAR el sistema educativo y la capacitación a empresas es ineludible y una de las áreas en que hay que hacerlo urgentemente es en el nuevo rol del profesor, lo que abordaremos en próximas columnas.

martes, 30 de octubre de 2007

Apuntes del futuro: Algunos aspectos tecnológicos de la escuela hacia el 2015

Comunicación presentada en la jornada DIM de invierno (2006).

Sin duda perfilar la escuela del 2015 es un trabajo complejo que exige considerar múltiples dimensiones de esta institución y también de la sociedad en la que se inscribe. Para empezar el debate aporto algunos aspectos relacionados con las bases tecnológicas de la escuela en el horizonte 2015, que constituyen un factor necesario (aunque no suficiente) para la necesaria renovación pedagógica (en metodologías y competencias).

Las estimaciones se hacen para el conjunto de España en los niveles de enseñanza obligatoria. Las posibilidades didácticas de las infraestructuras que se citan pueden consultarse en Cambios en los centros: construyendo la escuela del futuro.

1.- PIZARRAS DIGITALES EN TODAS LAS CLASES. En casi todas las aulas de clase habrá una instalación fija de un videoproyector y un ordenador conectado a Internet (= que es lo que llamamos pizarra digital). Dispondrán además de teclado y ratón inalámbrico bluetooth.

Habrá un sistema fácil para que los profesores que vayan con su portátil a clase (estimo que un 10% en 2015) puedan conectarlo cómodamente al videoproyector.

En muchos casos dispondrán también de un lector de documentos (= webcam especializada para este menester con zoom incorporado), que permite capturar con el ordenador, tratar como imagen y proyectar, cualquier documento o elemento tridimensional que se enfoque.

Estimo que en 2015 un 25% de las aulas tendrá además un tablero interactivo (el tablero interactivo – real o virtual – complementado con un videoproyector y un ordenador es lo que llamamos pizarra digital interactiva). En algunos casos este tablero interactivo se sustituirá por una tableta gráfica, menos ergonómica pero más barata, que permitirá disfrutar igualmente del software de las pizarras interactivas (tinta digital, capturador de imágenes y secuencias…)

2.- ORDENADORES PARA LOS ALUMNOS EN LAS AULAS DE CLASE. Progresivamente se irán instalando ordenadores de apoyo (dos, tres…) en las aulas de clase, que facilitarán la realización de trabajos en grupo y el tratamiento de las diversidad. Estimo que en 2015 un 10% de las aulas tendrán dos o más ordenadores de apoyo.

En un 5% de las aulas habrá un ordenador para cada alumno o al menos para cada pareja de alumnos (planes TIC en Andalucía y Extremadura, experiencias con carros de ordenadores portátiles, experiencias con portátiles tipo tableta en Aragón…)

3.- AULAS INFORMÁTICAS, MULTIUSO, BIBLIO-MEDIATECA. En la mayor parte de los centros seguirá habiendo una o varias aulas informáticas que se utilizarán a menudo, al igual que las salas mutiuso y las biblio-mediatecas, como espacio de trabajo individual y grupal de los estudiantes.

En algunos casos, se irán ubicando ordenadores conectados a Internet a disposición de los estudiantes repartidos por todo el centro: determinados vestíbulos y pasillos…

4.- LA INTRANET EDUCATIVA. Todos los centros dispondrán de una intranet educativa, elemento fundamental e indispensable para un mejor aprovechamiento de las posibilidades de las TIC: gestión del trabajo personal, acceso a la información, comunicación con la comunidad educativa y con el entorno…

En el marco de esta intranet, los centros tendrán su página web, en muchos casos con recursos educativos propios. Estimo que un 5% de los profesores tendrán también su página web o su weblog docente.

5.- ORDENADORES FAMILIARES. Más del 50% de las familias tendrán ordenador conectado a Internet en casa, lo que facilitará el trabajo de los estudiantes al terminar las clases y también la comunicación de la familia con el centro.

Los estudiantes de bachillerato, ciclos formativos y universidad, irán teniendo su ordenador portátil, que llevarán a menudo a sus centros docentes. A su vez los centros docentes dispondrán de infraestructuras para facilitar a los estudiantes el uso de su portátil: WIFI, enchufes…

6.- LOS LIBROS Y LAS PLATAFORMAS DE CONTENIDOS.Soy de los que creo que los libros tienen una larga vida por delante, aunque las plataformas de contenidos (portales institucionales, plataformas comerciales...) cada vez se utilizarán más. Con el crecimiento de las PD en las aulas, se disparará el uso de las plataformas de contenidos, que además luego se podrán consultar de nuevo desde casa.

Pere Marquès
http://peremarques.blogspot.com/

El final del túnel


lunes, 22 de octubre de 2007

"Cal una educació emocional més que no pas de valors"

Eduard Punset / Francesc Bombí-Vilaseca (Diari Avui) entrevista / 09 de setembre de 2007

Periodista, ministre, conseller... Eduard Punset ha viscut diverses etapes fins a arribar a convertir-se en una mena d'eminència de la comunicació científica, amb els onze anys que porta dirigint el programa de televisió Redes i els seus darrers llibres de divulgació, en especial els darrers, El viatge a la felicitat, L'ànima és al cervell i aquest últim.

Després d'El viatge a la felicitat, ara toca un viatge cap a l'amor.

De tots els factors que incideixen sobre la felicitat són les relacions personals, és a dir, l'amor i el desamor, les que, segons els estudis acadèmics, prevalen en una correlació més significativa. Estava cantat que, després d'una reflexió sobre la felicitat, havia de venir-ne una sobre l'amor des de l'òptica de la ciència. Dels estudis sobre la felicitat ens va sorprendre que aquesta no disminueix amb l'edat, sinó que augmenta: hi ha més amor.

Què aporta el seu llibre al lector?

És la novel·la de la seva vida, el que li passa per dintre quan s'enamora i quan es desenamora. La primera aportació és la desmitificació de l'amor com un concepte d'entrega, de generositat. La ciència ens diu que l'amor és la primera manifestació en tota la història de l'evolució d'un instint de fusió amb un altre organisme per garantir la teva supervivència, un contracte de contraprestacions: una cosa profundament biològica que apareix amb la vida; sense amor, no hi ha vida. I apareix milers de milions d'anys abans que aparegui la diferenciació sexual. Descobrir que la libido masculina i la femenina són diferents i que a una dona potser no li interessa fer l'amor perquè no està desinhibida emocionalment t'ajuda a comprendre la negativa de la teva parella. Si tens setanta anys i t'enamores, no tens per què pensar que sigui políticament incorrecte: si l'amor és l'instint de fusió per garantir la supervivència, més necessitat en té una persona d'edat que algú de vint anys. Per primera vegada estem posant la ciència al servei de la vida de la gent del carrer. Tot això repercutirà en els sistemes educatius, en les polítiques de recursos humans, i en la política, perquè una de les grans novetats és haver pogut tancar el debat sobre la importància de l'entorn en la genètica.

També reivindica una assignatura alternativa a la polèmica educació per a la ciutadania...

D'aquí a pocs anys serà normal la introducció del que en el món acadèmic en diuen la competència social i emocional, l'aprenentatge de la gestió de les pròpies emocions. No pot ser que en el sistema educatiu als nens no se'ls digui absolutament res sobre l'únic amb què vénen al món, que són les sis o set emocions bàsiques i universals. ¿Com distingir l'ansietat, necessària per passar un examen o anar de viatge, de la por, que interromp el creixement de les ungles, que paralitza, que disminueix el volum de l'hipocamp? Reclamo la complementarietat necessària i prèvia d'una educació emocional abans d'una educació en valors, que sempre serà sospitosa de ser de dretes o d'esquerres, mentre que la ciència sempre és universal. N'he parlat amb ministres quan he tingut temps i tothom em diu que sí, però ningú no fa gran cosa.
Quina és la finalitat del test que inclou al final del llibre?

No és cap instrument per detectar la capacitat d'estimar dels ciutadans, sinó que s'ofereix a qui en tingui ganes la possibilitat d'avaluar la pròpia capacitat d'estimar. És la primera vegada que això es fa, i l'experiència que en tenim fins ara és coherent amb el plantejament doctrinal o científic del llibre.

També ha escrit una fórmula sobre la capacitat d'estimar..., ens resoldrà la vida?

Totes les fórmules matemàtiques en el fons resumeixen en números realitats complexes, i això s'ha de prendre amb sentit de l'humor. És evident que al definir l'amor estic parlant de l'afecte a la primera infància, d'inversió parental, és a dir, què passa a l'hora de construir el suport d'aquest amor, de la negociació de les llibertats individuals, de la capacitat d'estimar d'una persona... i tot això depèn de què passa al voltant.

I ja li queda temps per estimar?

En això penso que Gabriel García Márquez té raó quan diu: "Un envelleix quan deixa d'estimar", i la ciència cada cop hi està més d'acord. Has d'estar enamorat quasi tota l'estona, i és la meva experiència. En la investigació sobre la felicitat ja havíem descobert algunes pistes clares: un ha de tenir la sensació que controla alguna cosa de la seva vida, que no tot ho fan els altres, havíem descobert la necessitat de concentrar esforços a desenvolupar les nostres qualitats innates i havíem descobert que fa falta viatjar, com a mínim mentalment, estar obert a moltes dades i corrents doctrinals, a molts estímuls exteriors per excitar la capacitat metafòrica que relaciona dues coses dispars i que està a la base de la creativitat. Hem constatat la necessitat d'estimar per ser feliços.