martes, 5 de octubre de 2010

Educación, alimento para el espíritu.


Con el pretexto de que se les ama, permanecemos muy cerca de los seres para ocuparnos de ellos. Pero, ¿cómo podremos ayudarles si no nos hemos esforzado en elevar su nivel de conciencia? Esta clase de amor no basta, puede verse bien en el ámbito de la educación. No por el hecho de que los padres estén continuamente ocupados en vigilar a sus hijos les están educando. Sólo les educan si son capaces de hallar en sí mismos y darles a ellos, elementos de un mundo superior que estos hijos puedan conservar toda su vida.

No se educa a los hijos diciéndoles solamente: «Come… duerme… trabaja bien en clase… no vayas con cualquiera…, etc.» Estos consejos son ciertamente útiles, pero no son alimentos para su alma y su espíritu. Y si no alimentan el alma y el espíritu de sus hijos, que los padres no se hagan ilusiones: no les educan, no les protegen."

Omraam Mikhäel Aïvanhov.